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Welcome!!

Hola y bienvenidos a todos!!
En este blog podreis (espero) disfrutar de la historia de Charlotte, una chica de 15 años que ha sido trasladada a la fuerza a una nueva ciudad junto con su padre, que a decidido empezar uan nueva vida de matrimonio otra vez tras la perdida de su esposa 15 años atras. Charlotte compartira aventuras, amores y desamores, conflictos etc. etc. en Backtown, su nueva ciudad.
Sus amigos estaran con ella en todo momento... o eso espera ella. ¿Que le deparara al futuro de esta chica?
Poco a poco lo iremos descubriendo.
muchos besos!! Espero que disfruten!!


*bjot3ra*

P.D.: podeis hacer comentarios, sugerencias... para mejorar el blog. Las aceptare encantada. Thanks ;)


viernes, 24 de julio de 2009

Capitulo 10 - Mont Phobia

Un fuerte golpe en mi cabeza fue lo que me despertó aquella mañana. Habia tenido una pesadilla atroz y me habia caido de la cama. Giré la cabeza y vi como Tim ya se habia levantado. Me levanté poco a poco del suelo y me dirigí como todas las mañanas a desayunar, pero no fue posible. Me crucé con Tim en el pasillo, y como de un objeto me tratase me arrastró hasta la habitación de nuevo.

-¡Eh!
-¿Sabes acaso que hora es?
-No.
-Las 7 menos 5. - me regañó - Chris estara a punto de llegar. Vistete y despues te preparas la mochila.
-A sus ordenes, mi capitan - dije con desden, pero hice lo que me dijo. No porque me lo mandara él, sino porque era lo que tenia pensado hacer desde un principio.

A las 7 y media, como bien dijo la noche anterior Chris, partimos de marcha. Tia Doroty salió a despedirnos.

A mi parecer, era el dia más frio de todo el invierno. Tim y Chris, en cambio, discrepaban de mi opinión. El sol empezaba a salir de entre las montañas del de nuestra izquierda, con un color rojo bastante pálido, ocultandose poco a poco entre la niebla matutina de la montaña. Cada paso que daba me traia un recuerdo del pasado: niños cantando canciones de marcha, padres dirigiendo el coro, pequeños animales escondiendose ante la llegada del grupo...

De vez en cuando, Chris (que estaba a la cabeza del grupo) comentaba anécdotas que sucedieron por los lugares por los que pasabamos. Yo sonreia y en ocasiones tambien continuaba su sermón, pero apenas decia mas. Desde la noche pasada tenia una extraña sensación que no me atormentaba continuamente.
Conforme se acercaba el mediodia ya habiamos recorrido mas de la mitad del camino hasta nuestro destino. Decidimos sentarnos a descansar y comer un poco antes de continuar.

-¿Te ocurre algo? - me preguntó Chris mientras terminaba de comer.- Apenas has probado bocado.
-Pues...nose...esta excursion...me trae tantos recuerdos - le contesté - La mayoria son felices, pero no los disfruto...es como...si no los sintiera, como si no fueran felices, como si fueran tristes y depresivos.
-Estaras cansada. Ayer nos fuimos muy tarde a dormir.
-Sera eso - acepté.

Seguimos nuestra marcha durante horas. El sol empezaba a ponerse cuando llegamos al descampado donde desapareció Gordon Burks. La verdad es que las vistas eran preciosas: el pueblo, pequeño e indefenso, se encontraba lejos de nuestra vista, iluminado con las pequeñas motitas de luz que emitian las casas de los pueblerinos. La nieve cubria la mayor parte de las montañas, ahora casi en penumbra con la llegada de la noche.

-Solo por ver esto - dijo Tim a mis espaldas - merece la pena haber venido.
-Sí, tienes toda la razon.

-Lo mejor sería que acamparamos ya, ¿no creeis?

Tim y yo nos dimos la vuelta, y vimos como Chris estaba montando una pequeña tienda de campaña. Nos dispusimos a ayudarle, pero aun así tardamos muchísimo rato en montarla. Por alguna extraña razón las instrucciones estaban en chino...

- Cosas de mi madre - explicó Chris - le gusta mucho eso de ahorrar dinero...

Acabamos de montar la tienda cuando ya se habia puesto el sol. Las estrellas se posaron en el cielo como si fuera una enorme manta que lo cubria entero, y a Luna se la veia grande y hermosa. Chris y yo nos tumbamos en el suelo (que afortunadamente no tenia tanta nieve) para contemplarlas.

-Esto no se ve en la ciudad - le susurré a Chris. - Tim se esta perdiendo algo impresionante.
-Déjalo dormir. Es su primera caminata por la montaña y no esta acostumbrado.

Nos quedamos en silencio durante un buen rato, contemplando las estrellas. De vez en cuando señalabamos alguna constelación pero nada más. Noté como Chris se movia sin parar, acomodandose. Estaba incómodo, no solo por su posicion, sino interiormente. Hasta que al final, despejó su incomodidad:

-Oye...-susurró arrastrando las palabras - ¿Quien era esa tal James que llamabas tan desesperadamente ayer?
Me sonrojé bastante la oir su nombre. Desde que me enteré de que le habia llamado en sueños, no me habia acordado ni por un instante de mi amor secreto.
-Em... es un amigo...de Backtown.

-Ya - chascó la lengua - y supongo que...ese "amigo" te gustará, ¿verdad?

-Un poco - admití.

-¿Y aún no te ha pedido salir? Que extraño...

-¿Por qué?

Pero no me contestó. Se limitó a mirar las estrellas como si no hubiera pasado nada.

-Qué bonitas se ven las estrellas - musité al cabo del rato.
-No tan bonitas como tú - me susurró al oido Chris.

Sonrojada, volví la cara para mirarle a los ojos. Eran sinceros, como siempre lo habian sido. Sentí como un escalofrío recorria mi cuerpo, dejandome paralizada. Pero no paso nada más.

-Deberiamos dormir - dijo mi amigo mientras se levantaba. Me tendió la mano para levantarme y nos dirigimos a la tienda.

Pero algo me hizo sospechar que no estabamos solos. Note una presencia extraña antes de dormir, algo que parecia que solo percivia yo. Nos quedamos dormidos inmediatamente, como si nos hubieran dado un sonifero, pero a pesar de ello, mis sentidos estaban alerta.

Cuando ya llevabamos casi una hora durmiendo, algo me sobresaltó en mitad de la noche:

"Charly....Charly". El viento susurraba mi nombre fuera de la tienda.
"Charly...". Pero poco a poco me llamaba una voz conocida para mi.
-¿James? - me quedé sentada dentro de mi saco y miré a mis dos acompañantes. Ninguno de los dos se habia percatado de que James estaba ahí fuera y me estaba llamando.

"Charlotte...ven, Charlotte". Sonaba como un susurro en el viento, pero estaba segura de que era la voz de James. Me levante con sigilo y salí de la tienda.

El frió invernal me azotó la cara en cuanto salí. Cerré la tienda de nuevo y miré a mi alrededor, buscando a mi amigo. Seguian sonando esas voces en mi cabeza, llamandome y engatusandome. Caminé despacio por el lugar, mirando a todos los lados en busca de James.

-¡James! - grité - ¡James, estoy aqui! ¿Donde estás?

"Camina...camina...Charlotte, camina..." susurraba la voz. Obedeci y segui caminando, encuriñando la oscuridad buscandole. Pero, salido de la nada, lo encontré, pequeño e indefenso, a aquel al que las gentes de New Ville daban por muerto. Gordon Burks estaba a pocos metros de donde me encontraba, mirandome con sus negros e inexpresivos ojos. El mismo escalofrio que me habia estado invadiendo durante las dos noches anteriores se hizo más intenso. Petrificada, observé como se acercaba hasta donde yo estaba. Sus andares eran lentos, con gracia...parecia que flotara.

Notaba como mi corazón empezaba a latir con fuerza, y mi respiracion era entrecortada y rápida. Fui bajando la vista cuanto más se acercaba, para observarle mejor. No sabia si era un fantasma o no, pero asustaba muchisimo más que cuando lo conocí. Toda su piel estaba pálida, muerta. Tanto su cara como su cuerpo estaban más esqueléticos y huesudos, y sus ojos se habian hundido hasta casi desaparecer...pero seguia estado alli ese brillo de ojos negros e inexpresivos que tanto recordaba. Su expresion, en cambio, era exactamente la misma. No mostraba ninguna muestra de alegria. Me asusté al pensar que le habia sucedido algo a James.

-¿Qué has hecho con él? - le pregunté, asustada - ¿qué has hecho con James?

-No se de quien me estas hablando - su voz sonaba más desgarrada, muerta, pero verdadera - Aquel por le que temes nunca ha venido por aqui.

-¿Quién me llamaba entonces?

-Yo... al igual que lo hizo quien me mató.

-¿Quién te mató?

Hubo un silencio total, sepulcral, hasta que, finalmente, levantó su brazo izquierdo lentamente, y señalandome dijo:

-Tú

Tragué saliva y le miré, asustada. ¡Eso era imposible! ¿Cómo podia haberle matado, si yo tenia 5 años por aquel entonces?. Como si me hubiera leido el pensamiento, bajó un poco el brazo, me tendió su pequeña mano y me dijo:

-Sígueme, te enseñaré lo que pasó.

Indecisa, le tendí mi mano y me la agarró con fuerza con la suya. De repente, el paisaje en el que nos encontrabamos cambio su aspecto, de uno invernal a otro primaveral, con el sol aun sin ponerse. Poco a poco empezaron a aparecer unos niños, corriendo de un lado para otro y otros colocandose en varias filas, sonrientes, para hacerse una foto. Entre todo ese gentío, reconocí una cabellera rizada y castaña. Vi como hablaba con un chico más mayor, de unos doce o catorce años, que se parecia muchisimo a Gordon. Mi yo de 5 años le tendió una vieja camara de fotos y corrió a ponerse en la foto, justo al lado del pequeño Chris. La gente que estaba alrededor empezó a juntarse y ponerse en grupo para la foto. Todos excepto el Gordon, que miraba a los demas como si fueran extraños para él. La gente le decia que viniera, pero el no hizo caso. Pero me fijé como la cabellera castaña salia del grupo, en su busca. Cogi su mano y le acerqué al grupo.

Al acabar la foto y recoger mi cámara, miré en la dirección donde estaba Gordon.

-Fuiste la unica que me sonrió en mi corta vida - se entristeció el fantasma de Gordon. - Y la última que tiene un recuerdo mio.

Observé como mi yo más joven le sonrió abiertamente al pequeño Gordon, y se metia en la tienda de campaña a continuación.

El paisaje cambió de nuevo y se quedó tal y como estaba al principio. Gordon soltó su fria mano de la mia, y se puso delante de mi, desafiante. Comenzó a andar, haciendome andar hacia atrás.

-Esa noche oí voces en el viento...voces que me llamaban a que saliera - me miro de tal manera que creia que me estaba analizando el alma - Esas voces me recordaban a tu voz, aunque nunca te hubiera oido. Salí de mi tienda de campaña, buscándote...pero nunca llegué a encontrarte. Alguien me...empujo al vacio... un precipicio por el que ¡¡tú, Charlotte Marie Black, vas a caer AHORA MISMO!!

No me dio tiempo a reaccionar.De repente el descapado empezaba a arder como por arte de magia. Los arboles caían uno por uno al convertirse en cenizas su tronco, y cuando me di la vuelta, me di cuenta de que estaba al borde de un precipicio, que un rio de lava habia formado a su paso. Noté como el fuego se acercaba más y más hacia mi posicion.

-¡¡Te vere en el infierno!! - gritó por última vez Gordon, y me empujó al vacio.

-¡¡NOOOOOOOO!! - grité mientras estaba en el aire. Era mi fin. Pronto caeria precipitadamente por ese abismo y moriria al instante, mas en ese preciso momento en el que empecé a caer, alguien me cogió por el cuello del pijama y me sostuvo en el aire.

-¡¡Charlotte!! ¡¡Despierta!! - me decia una voz. - ¡¡No me hagas esto!! ¡¡Despierta!!

-¡¡Ya voy, Chris!! - decia otra voz, no muy lejos de la otra.

En ese momento fue cuando abrí los ojos. Enfrente de mi tenia una pared rocosa que parecía estar erosionada. Mire hacia abajo justo cuanto mi zapatilla empezaba a caer velozmente al fondo de un precipicio muy similar al que habia visto antes. Una mano sujetaba el cuello de mi pijama con fuerza.

-¡¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!- grité.

-¡¡Charlotte!! ¡¡Agarrate muy fuerte a mi mano, y no la sueltes!! ¡¡Te subiremos de nuevo!!

Me agarré con todas mis fuerzas a la otra mano de Chris, que acababa de bajarla a donde yo estaba. Cuando estuve segura de que la tenia, me agarré a la que tenia puesta en mi pijama. Tim y Chris empezaron a gritar al unísono:

-¡¡Uno, dos, tres!! - y me subieron de un tirón al descampado.

Los tres nos quedamos tirados en el suelo, jadeando. Las lagrimas empezaron a brotar en mis ojos, y corrian por mis rosadas mejillas sin parar. Chris se levantó, y yo me abracé a él, llorando.
Noté como mis lagrimas caian por su hombro, mientras el acariciaba mi cabello una y otra vez.

-Le...le he...visto -dije entre sollozos- he visto a Gordon Burks.

Tim fue a buscar un poco de agua a su mochila y me dio de beber.Cuando por fin me tranquilicé un poco, les expliqué lo que habia ocurrido. Ellos me miraron con la boca abierta, pero no dijeron nada, salvo que me habian llegado justo a tiempo para cogerme. Todo habia sido una pesadilla muy real.

A la mañana siguiente partimos de nuevo al pueblo. Ninguno de los tres comentó nada de lo ocurrido, a nadie, ni siquiera a nuestros amigos. Lo ocurrido aquella noche y la noche en que desapareció Gordon Burks no salió de esa montaña...nunca.

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